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ElcheXploreR

Les Cassoletes del Fossar de la Penya

En ElcheXploreR estamos trabajando en una recopilación de grabados rupestres de la localidad de Elche y su entorno, con la ayuda de varios profesionales y amigos. En un futuro próximo esperamos que salga a la luz un libro que recoja todo con ilustraciones. La idea es dar a conocer este rico patrimonio pétreo que nos muestra un pasado olvidado y así poder ayudar con su protección, pues lo que no se conoce, no se puede defender. La gran mayoría permanecen ocultos, escondidos entre el paisaje del campo, y así queremos que siga siendo, por eso hablaremos de ellos, pero sin dar su paradero exacto. En esta entrada vamos a tratar uno de estos elementos con grabados que ya se conocen, y del cual me hablaron hace ya una década.


Este descubrimiento de grabados rupestres fue hallado por el GIEA (Grupo Ilicitano de Estudios Arqueológicos) en la década de los 80. Uno de sus ex miembros así me lo confirmó y dio a conocer. Por respeto no puedo mencionar su nombre ya que no quiso que se conociera su identidad. Desconozco si se dio parte en su momento de tal hallazgo y por lo tanto probablemente carezca de una investigación necesaria a día de hoy. El nombre que el GIEA le dio al enclave de aquella zona de cazoletas y rocas fue, “Les Cassoletes del Fossar de la Peña”, según nos indicaron, por toda la zona habían muchos egagrópilas con restos óseos de pequeños mamíferos y reptiles, parecía un fossar, un cementerio, aquella similitud les inspiró el nombre, en el lugar salta a la vista la «Peña Colorada» que es la que le da nombre a la zona en el visor de GVA (ver fig.13).

Esta peña resulta ser una enorme pared de piedra de tonalidades rojizas y que forma parte de la sierra del Tabayá, sobresaliendo por encima de todo, sobre un pequeño terreno con aterrazamiento de piedras para el aprovechamiento de los bancales que evitan la erosión de las laderas de la montaña. Nos encontramos rodeados de pequeñas elevaciones, siendo la más espectacular la «Peña Colorada». Este enclave está retirado de las zonas urbanas, para llegar hasta allí, en su día lo hicimos desde Elche, siguiendo el transcurso del río Vinalopó hacia el norte, cerca de la cola del pantano de Elche, entrando en el linde con la localidad de Aspe, en la partida rural de los Aljezares. Aquí encontramos diferentes bloques de piedra con cazoletas y unidas por canalillos. No muy lejos de la zona se encuentra el yacimiento argárico del Tabayá, que data de la edad de bronce. No se si tiene algo que ver, pero le da cierto valor a tener en cuenta.

El caso que nos ocupa y del que vamos a hablar por llamar la atención de entre todos los elementos de allí y por sus grabados, es un bloque de piedra o peñasco, de forma cóncava, es decir, hueco por dentro, donde encontramos en la zona inferior una entrada que probablemente fue tallada en parte. Las fotos que mostramos fueron tomadas el 30 de septiembre de 2014 a las 10 a.m. y se pudo observar la luz del sol penetrando dentro del habitáculo (ver fig. 5) por una oquedad orientada al este, no sabemos si guarda alguna relación con el sol o alguna ritualidad, ya que estaríamos dentro del período de la semana que duro el equinoccio de otoño de aquel año. Parece que para que esto sea posible, la roca o peña ha sido elevada a conciencia para colocarla sobre otro bloque de menor tamaño, apoyando una parte, creando así un habitáculo en su interior (ver fig. 2). La zona superior del peñasco presenta una superficie plana, donde se han retocado una serie de cazoletas naturales con diferentes formas;  circulares, elípticas y ovoide. Son un total de ocho. Algunas de estas cazoletas están unidas por canalillos y depositarían algún líquido de una a otra, terminando en una cazoleta o pileta con bastante capacidad, pues la media de profundidad de algunas oscilan los 38 cm. La técnica usada ha sido el picado y los canalillos presentan una sección en U.

Por otra parte, en la zona inferior, el bloque de menor tamaño, el que sirve de apoyo al bloque grande, tiene una forma que recuerda a un “menhir tumbado”, así me lo expresaron, pero de lo que de verdad tiene forma es de ser una roca algo más estrecha, alargada y menor en tamaño. Tiene una superficie lisa donde en el extremo este, se localizan otras dos cazoletas, una circular y otra cuadrada con una dimensión de menor tamaño que las naturales del bloque principal. Esta cazoleta cuadrada tiene las puntas orientadas a los cuatro puntos cardinales y conectada a un canalillo. A esta peña se le puso el nombre de “Osa Mayor“ para diferenciarla de otra peña similar por el trabajo de sus grabados y que está en las inmediaciones, con menor tamaño y que se sitúa a escasos metros. No tienen nada que ver con la constelación del firmamento, solo era un nombre para diferenciarse y referirse a ellas.

En mi opinión, después de varias excursiones en las que he visitado la peña y su entorno, deduzco que puede tratarse de una «peña sacra» relacionada con algún tipo de ritualidad como la fertilidad o algún tipo de lagar rupestre y que para tales fines se buscara una inclinación para poder decantar algún líquido de cazoleta en cazoleta. Para ello elevaron una parte de la peña sobre otra roca, también se aprovechó de su espacio interior para habitáculo o refugio para alguna actividad con el sol. Su función se nos escapa al hombre actual. Otro dato es el mecanismo usado para la elevación de la peña de varias toneladas sobre la otra de menor tamaño, en caso de que así fuese, ¿Cómo consiguieron realizar tal esfuerzo?





Figura 1. Vista frontal de la Osa Mayor.
Figura 2. Detalle del bloque mayor calzado sobre el menor.
Figura 3. Detalle de algunas cazoletas naturales retocadas del extremo superior con agua.
Figura 4. Cazoletas con formas singulares y canalillos. Tiempo después de haber llovido.        
Figura 5. Detalle de la entrada y de luz penetrando en la cavidad.

 

Figura 6. Detalle vista desde arriba hacia el bloque menor.
Figura 7. Cazoleta cuadrada con canalillo. La esquina superior izquierda esta orientada al norte.

         Figura 8. Cazoleta circular.

Como se ha dicho líneas arriba, esta fusión de dos  bloques de piedra con cazoletas y habitáculo (Osa Mayor ), no son los únicos en el entorno, pues a escasos metros encontramos otros, uno de menor tamaño, muy parecido al principal en sus grabados. Para referirnos, se les improvisó el nombre de Osa Mayor para el primero ya mencionado y el de Osa Menor para el segundo y que nos referimos a continuación. Repito, no tienen nada que ver, es sólo un nombre, un mote.

Figura 9. Roca menor con grabados. Osa Menor.

A una distancia de varios metros y situado a la izquierda del peñasco grande (Osa Mayor), se encuentra otro bloque de piedra de menor tamaño. Presenta tres cazoletas naturales con gran capacidad de volumen y con canalillos. Dos de menor tamaño y otro de mayor tamaño y volumen. Usando la misma técnica de talla y sección que la anterior. Probablemente guarden una mayor relación que el resto de rocas ya que su parecido esta bastante claro.

Figura 10. Roca individual con una cazoleta.

Otras rocas de menor tamaño y con menos elementos grabados o trabajados pero que no menos importantes. Presenta una cazoleta y marcas en la piedra.

Figura 11. Roca con una ligera marca o lineal recto al centro.

Situado frente a la Osa Mayor, en la misma posición encontramos otra enorme roca. Contiene varias cazoletas de gran tamaño, pero no se observa talla, ni canalillos, se trata de cazoletas naturales. Probablemente no guarde relación con las otras, pero por su gran tamaño y posición frente a la Osa Mayor y Menor la he incluido.

Figura 12. Peña con cazoletas naturales.

Figura 13. La Peña Colorada o Peñas Coloradas. Topónimo con el que se conoce la zona.
Figura 14. Captura de imagen del Visor Cartográfico de la Generalitat donde aparece el topónimo de Peñas Coloradas.
Figura 15. Dibujo a mano alzada de la Osa Mayor, 2014.
Figura 16. Croquis realizado el primer día con una interpretación aproximada de la posición de cada roca o peña. 1. Osa Mayor. 2. Osa Menor. 3. Roca con cazoleta. 4. Roca con marca de línea. 5. Peña con cazoletas naturales.

                             

El 30 de noviembre de 2020 se puso en conocimiento por parte de ElcheXploreR al museo arqueológico de Aspe los grabados rupestres de Peñas Coloradas. Su directora María José, confirmaría con Conselleria para la catalogación y registro de este elemento patrimonial. También se le hizo entrega de algunos elementos materiales en superficie que observamos por el terreno, con su debida georreferenciación y fotografías y así ayudar al proceder de arrojar mas luz a las autoridades pertinentes en estos temas. Las piezas están en depósito del museo.

Figura 17. Entrega de materiales en superficie al MHA, museo arqueológico de Aspe.

IMÁGENES.

  • Fotografías de las figuras de 1 a 13 de Jose Luis Lara.
  • Imagen de figura 14, Visor Cartográfico de la Generalitat.
  • Imágenes figuras 15 y 16 de Jose Luis Lara.
  • Imagen figura 17, ElcheXploreR.

VÍDEOS.

https://fb.watch/jokHyXVj-m/

BIBLIOGRAFÍA.

  • Hernández Carrión, Emiliano; Lomba Maurandi, Joaquín. «CRONOLOGÍA Y SIGNIFICADO DE LAS
    INSCULTURAS DEL SURESTE PENINSULAR» AnMurcia, 22, 2006, págs. 9-32.
  • Francesc Gusi, Amparo Barrachina y Gustao Aguilella. Petroglifos “ramiformes” y hornos de aceite de enebro en Castellón. Interpretación etnoarqueológica de una farmacopea rural intemporal. . 2009.
  • Juan José Mataix Albiñana, Virginia Barciela González, Francisco Javier Molina Hernández. Grabados Rupestres del Cantalar (Tibi, Alicante). Quad. Preh. Arq. Cast. 33, 2015.
  • Monesma Moliner, Eugenio. Los lagares rupestres de Luna, un conjunto patrimonial de interés cultural. 2022. Editorial Pirineo.
  • Monesma Moliner, Eugenio. Cuevas rituales y piedras de fertilidad en el Alto Aragón. 2022. Editorial Pirineo.