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Arrieros


Arrieros.


Esta semana nos disponíamos a recorrer y observar una pequeña zona que se nos quedó en mitad del camino entre la Serra de les Covetes, Serra de Ripoll y el Fondet dels Pinyols.
Nada más bajar del vehículo preguntamos a un señor autóctono de la zona.
Muy gentil y con conocimiento de aquel terreno, nos habló y respondió a nuestras cuestiones de aquellos elementos observados por aquel entorno. Le preguntamos por las vías o carriladas talladas en la piedra que pasaban por su terreno y de su relación a las canteras o frentes que hay por la zona.
Su respuesta fue; “que esas carriladas para canteros que nada de nada”. Él las había conocido para el uso de los arrieros. Sobre todo usadas por arrieros de la parte de la Vega baja, que llegaban hacia ese punto y desde ahí, “unos se dirigían pá Alcoy y los otros pá Alicante” (según comentó).

Esto nos hizo pensar que quizás nunca vio actividad alguna relacionada con los frentes de roca tallada. Es decir, que nunca vio a ningún cantero trabajando por allí, pero que si fue testigo en su infancia de como los arrieros usaban en ese punto las carriladas (que se suelen relacionar a canteras), para usar los carros de tiro. Con lo cual, suponemos que la actividad sobre dichas canteras es más antigua.

Carrilada escalonada.

Según nos contaron mas tarde, la carrilada escalonada pudo servir para ayudar al carro a frenar si este iba con demasiado cargamento. Además de que la zona donde se encuentra esta carrrilada contiene un mayor grado de inclinación, con lo cual convenía ir algo mas despacio en este punto .

Después de hablar con él, en ese momento nos vino a la cabeza el dicho popular de “arrieros somos y en el camino nos encontraremos”.
Tenía su lógica que los arrieros del pasado, usarán estas carriladas para su transporte de mercancías.

¿Pero quiénes eran los arrieros?

Se conoce como ‘arrieros’ a aquellas personas que se ganaban la vida llevando mercancías de un lugar a otro mediante animales de carga. La etimología del término proviene del vocablo ‘arre’ que es la exclamación con las que se alentaba a los animales a echar a andar o aligerar el paso.

Desde luego, siempre se aprenden cosas nuevas. Por eso hay que estar atentos a nuestros mayores. Auténticas memorias vivientes de costumbres y acontecimientos pasados.

A continuación y para finalizar, aquí tenéis el enlace a otra entrada ; «cuello de los arrieros”. Es una zona cercana a la propiedad de este hombre del campo que nos dio su testigo y que con este topónimo tan curioso y llamativo hace que cobre fuerza lo contado por él.

Cuello de los arrieros. Santa Ana