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Los amores de Fátima de Mora y Alonso de Rubielos


Mora de Rubielos es uno de esos lugares que se tiene que visitar si nos encontramos en Teruel. Buena gastronomía, paisajística pintoresca y rincones agradables que pintan un recorrido medieval en muchas de sus calles y plazas. Todo verde y rodeado de un rio que atraviesa el pueblo y donde en otros puntos fuera del núcleo urbano nos podemos bañar. Que decir de Mora de Rubielos, son muchas cosas que contar y que conocer. Por eso vamos hablar de la leyenda en el origen de su nombre y significado.

¿Sabéis la leyenda de por qué Mora es de Rubielos y Rubielos es de Mora?


En el último tercio del siglo XII, tras la conquista de la ciudad de Teruel, iban cayendo a manos del Ejército Aragonés otras plazas del sur de la actual provincia de Teruel. Una de esas poblaciones era Rubielos, custodiada por el caballero Don Alonso de Rubielos.
Este capitán cristiano ya había intentado ocupar la población cercana de Mora, en poder de los musulmanes y gobernada por la joven y bella princesa Fátima. Era costumbre en la época que en periodos de tregua se organizarán torneos y justas, en los que rivalizaban los mejores caballeros, tanto en el manejo de las armas como en el dominio de los corceles. A uno de estos torneos, convocado en la población musulmana de Mora, acudieron los mejores jinetes sarracenos, llegados de todo el mundo islámico, acompañados de fastuosas cognitivas.
El torneo estuvo muy competido, hasta que finalmente un enigmático caballero que había llegado solo, obtuvo la victoria. Nadie conocía su identidad, oculta bajo una impenetrable celada. Cuando dejó ver su rostro resultó ser Don Alonso, señor de Rubielos, que estaba enamorado de la princesa mora.
El desconcierto fue general entre todos los presentes. Fátima, admirada por el valor del solitario jinete, también se enamoró de Don Alonso.
La relación entre el cristiano y la mora no resultó fácil; sin embargo, los obstáculos motivados por la diferentes costumbres y la religión no fueron suficiente inconveniente para que los enamorados contrajeran matrimonio poco tiempo después.
Antes de que los moras notables de Mora aceptaran a Don Alonso como su señor, temerosos de perder su independencia, le exigieron que nombrara a Fátima señora de Rubielos. De este modo, ambas poblaciones y dominios de Mora y Rubielos dependerían de ambos por igual, siendo «RUBIELOS» de «MORA» y «MORA» de «RUBIELOS».
A partir de ese momento, las poblaciones comenzaron a denominarse Mora de Rubielos y Rubielos de Mora.