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ElcheXploreR

Matías Quiles, empleado de La Borrera entre 1966 y 1971

Entrevista realizada por ElcheXploreR en referencia a la investigación de la fábrica de Hijos de Mariano Sánchez-Rojas (La Borrera de Avenida Santa Pola en Elche)

Las redes sociales nos han proporcionado valiosos testimonios de personas vinculadas con la Borrera. Es el caso de Matías Quiles, que a través de Encarnín Durá hemos podido entrevistar. Nos cuenta que entró a trabajar como administrativo en las oficinas de los Sánchez-Rojas en el año 1966, cuando contaba con 16 años, permaneciendo allí hasta 1971. Poco tiempo después de su salida, la antigua Borrera cerró, trasladando su producción a la zona de Travalón como Fibras y Aplicaciones S.L. Las antiguas naves fueron divididas para su venta o alquiler, donde se abrió un lavadero entre otros.

Matías divide la fábrica en tres secciones: 

 -El Hilo.

 -Las planchas de cuero regenerado. 

 -La borra o guata y fieltros. 

En la torreta de las naves estaban situadas las oficinas con dos despachos, en uno estaba el padre -Francisco Sanchez-Rojas-, que era el que se encargaba de la sección del hilo, al que Matías ayudaba con las muestras haciendo las pruebas del control del hilo. Pruebas como la de elasticidad y resistencia entre otras, comprobando la calidad del mismo. Como el trabajo era mínimo, pasó a trabajar también con Mariano hijo que estaba en el otro despacho.

El hilo se vendía a Crevillent para la  fabricación de alfombras y a Alcoy para sus famosas mantas. Se fabricaba una gran cantidad de hilo, que procedían como materia prima, de “balas” de algodón. El padre pasaba la fórmula para la elaboración de los hilos, con materia 100 % algodón, otros hilos se mezclaban con regenerados, teniendo resultados de diferentes composiciones con distinta calidad y precio.

Las mujeres que trabajan en La Borrera estaban en la sección del hilado, enrollaban el hilo, vigilaban que no se rompiera… entre otras labores.

La sección del cuero regenerado1 fue llevada por Paco hijo, que también gestionaba los papeles administrativos y hacienda.

 Las planchas de cuero regenerado se utilizaban para el interior de zapatillas; era un cartón con fibra, llamándose el producto salpa2.

El procedimiento consistía en el remojado del algodón (en unos depósitos construidos de cemento que había en el suelo) y molido de diversas fibras, recortes de cueros, cartones y colas. La mezcla se  escurría en unas bandejas de tela metálica, donde se secaba, prensaba, y una vez endurecida, se cortaba con la troqueladora conformando las plantas que cubren las suelas del calzado.

El tercer sector perteneciente a la borra y fieltros era gestionado por Mariano hijo, ingeniero industrial. En Fibras y Aplicaciones, al principio, se hacían unos tubos de guata que eran vendidos a la SEAT para rellenar la parte baja de los salpicaderos en los modelos 600 y 850.

Más tarde se hacían capas de napa, de borra con una tela asfáltica por encima y también para relleno de los coches.

Mariano fue el que movió el tema de la fibra, estuvo en contacto con la SEAT en Barcelona. Se encargó de buscar la maquinaria necesaria para colocar la tela asfáltica sobre la guata, como fue el pasar el material por calandras3. A fin de cuentas, de encontrar el proceso adecuado para conseguir un buen acabado y un buen producto.

A la pregunta a Matías si se fabricaron fieltros para alfombrillas o para los asientos,  recuerda que en las oficinas trabajaba un delineante, el cual dibujaba las plantillas para la colocación de las agujas en unas planchas grandes.  Estas se colocaban en unas máquinas que “cosían” la tela de guata, no con hilos, sino con pasadas de agujas. Las planchas, dependiendo de la cantidad y tipo de agujas, su disposición y las pasadas realizadas, se formaban fieltros de diferentes durezas.

Matías comenta que el origen del nombre de la Borrera viene de antiguo. En Elche se hicieron primero alpargates4 con suela de cáñamo, después se fabricaron las zapatillas vulcanizadas o cosidas, que se colocaba como una alfombra de guata (borra) y se troquelaba en forma de plantas. Esas plantas se cosían entre la suela y el tejido, de forma que quedaba como relleno. Las mujeres cosían la guata a mano y se llamaban enguatadoras. Este material, la guata, se hacía con  restos de algodón, de tejidos y de prendas de vestir, por lo que era de todo el material que sobraba. Esta se producía a través de la molida por los ‘diablos’, que pasaban por diferentes máquinas y se convertía en una napa5: una tela uniforme de determinado grosor que pasaba a ser utilizada de diferentes formas. Se solía utilizar para fieltros, y podía ser endurecida y/o troquelada. Nos indica que la borra y la guata eran el mismo producto. Los hombres trabajaban en las secciones con el trabajo y maquinaria más pesadas, con materiales como el cuero y los fieltros.

Sobre otras borreras existentes en Elche en la época de los setenta, nos habla de la existente en la carretera de Murcia y otra en la partida de las Bayas, esta última de un tal Trives. Estas fábricas más bien eran troqueladoras, que se proveían de planchas ya preparadas de borra. Hasta se utilizaba la plancha de guata (de diferentes alturas) en las fábricas de vulcanizados para el refuerzo de los tacones.

En Crevillente existía una fábrica de planchas de borra, endurecidas al sol y pegadas con látex unas con otras, que se hacían de más o menos alturas, cuyo propietario se llamaba  José Sola.

La fábrica llamada del Cartón, en la avenida de Novelda, prácticamente utilizaba los mismos sistemas para formar cartón (con telas y papel). Era un tipo de cartón para rellenos, no era de terminación fina. Es decir, no era para cajas de zapatos. 

Recuerda que en las casitas adosadas a la Borrera, en la primera casa vivía el chófer de la familia y el padre, en la siguiente casa vivía Antonio el portero, y en las otras casas, en el tiempo que Matías trabajó allí, no recuerda que viviera nadie.

Los encargados de las diferentes secciones en esos años eran: Antonio en el hilo, Pascual en Fibras y Aplicaciones, y Montoro era el encargado del cuero.

Nos  cuenta que se trabajaba muy bien, se pagaba lo justo según trabajo hecho, conforme se entraba a trabajar allí se entregaba el estatuto del trabajador con las obligaciones y derechos. Los trabajadores gozaban de muy buen trato por parte de la empresa. Cada trabajador sabía lo que tenía que hacer y lo que iba a ganar, y no había ningún problema.

Matías no recuerda exactamente cuántos empleados tenía la fábrica, pudiera ser alrededor de 100 personas, aunque le llegaron a decir que en otros tiempos eran más de 200.

Como curiosidad sobre Mariano Sánchez-Rojas Lagier, Matías nos describe su inquietud, la innovación, la búsqueda, creación o pruebas con la maquinaria. Su despacho estaba totalmente forrado de corcho y empapelado con todas sus ideas pinchadas con chinchetas, y aunque pareciera un caos, no se lo podías tocar, pues Mariano sabía exactamente dónde estaba cada cosa.

Agradecemos a Matías Quiles la aportación tan valiosa y el tiempo que nos ha dedicado para conocer mejor el funcionamiento de La Borrera en aquellos años.

Transcripción realizada por Rosa Brotons y Carlos Martínez, ambos del equipo de ElcheXploreR. Borja Rodríguez de Valverde nos ha aportado sus correcciones técnicas.

En la imagen de cabecera se observa parte del recinto fabril a fecha septiembre de 2022.

Fuentes

1 Cuero regenerado:

https://evete2.wixsite.com/evetex/cuero-regenerado 

2 Salpa:

http://www.talflex.com/ 

http://www.soprefa.com/es/es/cercos/salpa/

3 Calandras:

https://es.wikipedia.org/wiki/Calandria_(m%C3%A1quina) 

https://barberan.com/maquinaria/maquinaria-de-laminacion/encolado-indexado-prensado/serie-cal/ 

4 Alpargates: Forma coloquial de nombrar las zapatillas tipo alpargatas.

5 Napa: https://www.nvevolutia.com/tejidos/tejido-napa/