
Es la popular ‘lluvia de estrellas’ del mes de Agosto que siempre podemos ver entre los días 11 y 14, pero realmente su observación es desde el 17 de Julio hasta el 24 de Agosto, siendo esos días medios las mejores fechas para su observación ¿Por qué? Porque es cuando la Tierra atraviesa la zona más densa del tubo meteórico que dejó el paso del cometa Switf-Tuttle en su última visita cercana a la Tierra.
¿POR QUÉ SE LLAMAN PERSEIDAS?
Porque su radiante, el punto del cielo donde parecen provenir, recae en la constelación de Perseo, de ahí su nombre, aunque también son conocidas como ‘Las Lágrimas de San Lorenzo’, ya que el díacano Laurentius fue quemado en la hoguera un 10 de Agosto del año 258 bajo un cielo donde había un gran despliegue de estrellas fugaces y se le recuerda como las lágrimas desprendidas por este santo.

¿CÓMO Y HACIA DÓNDE SE PUEDEN OBSERVAR?
Cuando hablamos de estrellas fugaces, término coloquial, hablamos de fenómenos luminosos de corta duración, que pueden aparecer en cualquier punto del cielo dejando tras de sí una pequeña cola debido a la combustión generada por el polvo o pequeña rocalla del cometa precursor. Este tipo de eventos es esporádico, aunque esté marcado por un radiante, por lo que no sabemos dónde y cuando será visible exactamente, por lo que la mejor manera de poder disfrutar de Las Perseidas, como cualquier otra lluvia de estrellas, es en una tumbona con la cabeza puesta en el Norte y mirando hacia el Sur, ya sólo queda el poder observarlas a simple vista, unas más luminosas que otras, pero no será necesario ningún tipo de instrumento óptico para poder observarlas.


Soy astrónomo amateur de formación autodidacta, miembro de la asociación Amigos de la Astronomía de Elda, de la Red Española de Planetología y Astrobiología REDESPA y de la Comisión de Divulgación de la Ciencia y el Espacio CODICE.
Formo parte del programa de voluntarios del proyecto Planet Hunter TESS de la NASA con el que llevo descubiertos 10 exoplanetas y del proyecto Cazasteroides del Instituto Astrofísico de Canarias y la Universidad Politécnica de Madrid, con el que he contribuido al descubrimiento de dos cometas y la caracterización de varios asteroides.
Actualmente soy coordinador de actividades en la FAAE (Federación de Asociaciones Astronómicas de España) y su representante en NASA, donde colaboro como coordinador nacional del programa InOMN de la División de Exploración del Sistema Solar.