Año 2020, en una de nuestras múltiples salidas por el norte del término municipal de Elche intentamos localizar un lugar que el visor de la GVA nos marcaba como Cova de Pitarro, no pudimos localizarla pero a cambió sí encontramos un abrigo, una covacha a la que no pusimos nombre hasta nuestro nuevo encuentro con nuestro apreciado Ramón Agulló Tarí, de apodo «Ricardo», por su tatarabuelo, de ahí que en Torrellano se le conociera como Ramon Ricardo. Su abuelo se llamaba José Agulló pero también tenía el apodo de «Ricardo»
A «Ricardo» ya lo conocíamos de haber entablado en alguna que otra ocasión alguna conversación a modo excursionista/visitante y lugareño, pero ese día fue especial, Ricardo nos regaló con relatos, con historias familiares y personales, llegando incluso a enseñarnos su finca y a realizarnos alguna foto con él (lamentablemente las fotos las perdimos al romperse la tarjeta de memoria).
Hablamos de como consiguieron entre varias personas traerse agua de riego (1994) desde la EDAR1 de Rincón de León en Alicante, Comunidad de Regantes de Bacarot. También sobre que estaba realizando y documentando un inventario con diversos objetos, utensilios, herramientas y aperos que a lo largo de su vida había ido guardando a modo de colección etnográfica, muchas de ellas donadas por amigos o conocidos.
Hablamos de riego por boqueras, de vertientes2 (vessants), de pozos y minas, relatándonos por ejemplo como un hermano suyo casi tiene un accidente con dinamita (barreno) al no poder salir a tiempo de uno de los pozos que estaba excavando tras iniciar una mecha. Puso nombre también a una colocación antrópica de piedras que habíamos visto recientemente detrás de su casa y que en realidad era para conducir el agua de escorrentía hacia zonas de riego ya preestablecidas y pactadas entre los vecinos, llegando a dividir el agua con tajamares3 (tallamars), del que conserva uno en perfecto estado. Dicho vessant era compartido por tres fincas, el Tío Alejandro (50%), el Tío Ricardo (25%) y La Torreta (25%).
Imágenes de uno de los pozos artesianos de la zona, almèdia4, tallamar, pila de lavar y riego por vertiente o boquera.
Nos describió como los arrieros5 circulaban por los caminos y carriladas que muy cerca de ahí aún se conservan fosilizados en la piedra, seguramente antaño usadas por otras culturas. Charlamos también sobre una memoria que en el confinamiento (marzo 2020 – Covid-19) empezó a escribir, y por último puso nombre a la covacha que habíamos localizado unas horas antes, la Cueva del Ermitaño, mostrada en la siguiente publicación https://patrimonioelche.es/la-cueva-del-ermitano/.
Carrilada o rodadas en Saladas, en el entorno del barranc del Nene. Álabe6 de esparto para carro y reloj solar.
Este artículo pretende dejar para la posteridad una vida, la historia de un hombre entrañable y querido, responsable de parte de la vida de Torrellano durante muchos años.
Portada de sus memorias y parte de las ilustraciones que contiene, dibujadas por el propio Ramón. Archivo personal de la familia.
Son algunos detalles y curiosidades de sus memorias lo siguiente:
- En la década de los 40-50 recuerda ver pasar en octubre a Los Serrano con sus ovejas, camino de «invernar» a la sierra de Santa Pola, pasaban por la actual carretera del cementerio procedentes de Cuenca.
- Comidas «en caliente» de la época, lentejas, garbanzos, habichuelas, arroz con cebolla, guisado de bacalao y «bollitori». Para cenar tomate frito con sardina o cebolla o ñoras fritas.
- Su abuelo Ramón falleció en Las Torres de Valverde, año1953, allí se rezaron como era costumbre por aquel entonces, los rosarios durante cinco días.
- Década de los 50, en las fiestas de La Purísima, pasacalles con dulzaina y tamboril. Misa por la mañana en la antigua ermita de calle Río Segura (Inmaculada de la Concepción) y tenderetes en esa misma calle. Habitual eran también los concursos de caballos, bicis, sacar monedas de dentro de la palangana con agua o carreras de sacos.
- Años 40 y 50 lo habitual era que únicamente se fuera a la playa los días 18 y 25 de julio, San Jaime, se acudía en carro adornado de palmas y flores.
- La luz más antigua que ha conoció fue el candil de aceite, más tarde quinqué de petróleo, luego carburero, dinamo accionado por molineta y ya en 1970 luz eléctrica.
- Las relaciones entre mozos y mozas podían empezar en las fuentes cuando se iba por agua, otro sistema era tirar el gayato por la gatera, si se lo quedaba era bueno y si lo sacaba de nuevo, que no quería relación.
- El calzado de trabajo eran las albarcas, fabricadas con ruedas viejas de camión, cada dos meses venía un «albarquero» que las reparaba. Existían también las alpargatas de esparto.
- Por las casas también pasaba el «fideuero», «arropero», «estañador»,»trapero» y «garrofinero»
- Uno de los capítulos más desarrollados se trata de la siembra de trigo y cebada, la siega, garbeo, trilla y aventeo.
- Entre los recuerdos de la vivienda de su abuelo Ricardo destaca un «alforín», hueco escondido a mitad de la escalera de la cambra, ahí se ocultaba grano o aceite.
AGULLÓ TARÍ, Ramón; Valverde 20.11.1941 – Torrellano 05.05.2022, de oficio agricultor, gran aficionado a la historia de su pedanía y artista en varias facetas.
Entrevista realizada en junio de 2023, en compañía de su esposa Carmen Poveda Navarro (25.7.1946) y uno de sus hijos, Ramón Agulló Poveda. Son también hijos Cristina, Eloy y Teresa.
Ramón, hijo de Pascual y Teresa, nació en Valverde de donde ser trasladó posteriormente a Perleta, por el año 1945, con 4 años vivía en esa pedanía. Ya casado con Carmen en 1971 empezaron a vivir en una casa de campo típica del Camp d’Elx, hoy casi absorbida por el polígono industrial. Su vida transcurría entre su profesión de agricultor y su segunda residencia en el campo, donde también conserva ciertos elementos etnográficos relacionados con la vida cotidiana, el agua, el cuidado de la tierra y sus cultivos.
Su padre se llamaba Pascual y en homenaje a él, construyó una vez jubilado, una pequeña ermita venerada a «San Pascualet», en la que una vez al año, varios vecinos de la pedanía realizan una peregrinación y almuerzo. La historia de esa ermita viene de lejos y es la siguiente: Pascual como otras muchas personas fue «reclutado» a la Guerra Civil, año 37, por aquel entonces tenía 31 años y lo destinaron en Teruel, allí le asignaron un arma, concretamente un Mauser y 45 cartuchos. Dicho fusil jamás fue usado y a su regreso en el año 39 (el día de San Pascual), dando gracias de volver con vida y de no haber tenido que usar ese arma, decidió hacer todos los años la peregrinación a Orito, a ver a San Pascual. Ya con edad avanzada, su hijo Ramón «Ricardo», decidió que debería seguir pudiendo ir a venerar a su santo preferido, por lo que le construyó una ermita en honor a San Pascual a escasos metros de su propiedad, en un precioso bancal de oliveras y aprovechando un desnivel del margen.
El santo lo compraron los hijos de Ramón «Ricardo» en Murcia, en un taller recomendado por un Hermano de la Iglesia y Convento de San Pascual y de la Virgen de Orito, fueron a pedir permiso a Orito para su colocación en su pequeña y humilde ermita de Saladas, posteriormente el cura de la parroquia de Torrellano fue el encargado de bendecir la imagen que había sido regalada anteriormente por los hijos de Ramón Ricardo.
Imágenes del exterior e interior de la Coveta de San Pascualet
Ramón era una persona con una capacidad innata para los trabajos manuales y el diseño, de hecho en su vivienda de Saladas llegó a construir por ejemplo todo un sistema de toboganes para sus nietos, además, en el año 2010 decidió montar un belén en la «Caseta», belén que año tras año colocaba en lo alto de una rocalla con luces e incluso agua. En 2016 llegó incluso a presentarse al «XXIX Concurso Local de Belenes», convocado por la Asociación de Belenistas de Elche y obteniendo un merecido tercer puesto en la categoría de «particulares monumentales».
Ramón «Ricardo» en la entrega de premio con su nieta. A la derecha en su 80 cumpleaños y con su hija Cristina.
También Carmen, su mujer es muy aficionada a las manualidades, de hecho se complementaban cuando Ramón Ricardo le pedía que hiciera algo para su particular colección, ejemplo de ello son estas dos tejas decoradas y las maquetas de nidos que confeccionaba según las características de cada ave. Como curiosidad respecto a Carmen, queremos indicar que nació en la casa de La Mina, conocida conducción de agua que llegaba hasta la Torre Ibarra7, y que a través de centenares de metros extraía agua por medio de una galería drenante o de filtración. En la Casa de la Mina (donde sus abuelos maternos eran los caseros), allí nació y vivió. Cuenta por ejemplo que existían 220 escalones para llegar al «nacimiento» del agua y que su tío era Juan «El Minero». Carmen era y es amiga del antiguo chófer de Juan Ibarra Peral y Rafaela Cruz y Brú, propietarios por aquel entonces de la Torre Ibarra y la mina y la casa adjunta.
Tejas decoradas por Carmen, la de la izquierda situada dentro de la coveta y la de la derecha en la porxà. Imagen del centro nidos realizados también por Carmen y unas balanzas antiguas.
Nuestro amigo y colaborador Alberto Conrado Esteve lo era también de «Ricardo» y le pedimos el enorme favor de escribir un panegírico en su honor, a continuación lo transcribimos:
Unos buenos amigos, hace unos días me comentan que, tenían el conocimiento de mi amistad con cierta persona, y que, si podía hacer una glosa sobre su persona. Mi amistad, no era muy longeva, pero Ramón, me cautivó desde el primer momento por su honestidad e integridad y su agradable conversación; en definitiva, su forma de ser. Se trata de Ramón Agulló Tarí, conocido en Torrellano a nivel popular como “Ramón, Ricardo”, alguien preocupado, por ayudar a su familia y echar una mano a sus vecinos o aquellas personas que llegaban solicitas a él, en busca de información de la cual era conocedor. A finales de los 80, principios de los 90 Torrellano sufría una pertinaz sequía, al igual que en otras partes de España; ante esta eventualidad, Ramón gran conocedor del paraje del Fondo de la Mina y las acequias de regadío, se puso manos a la obra y consiguió paliar en la medida de lo posible la sequia; para ello trajo agua de la depuradora de Bacarot (Alicante), -tras ardua negociación con los propietarios-, y con la colaboración de otros regantes.
Su padre era un ferviente devoto de San Pascual, y en su memoria construyo un pequeño santuario, “San Pascualet”, al cual acuden año tras año amigos y conocidos en romería, desde la iglesia de Torrellano, hasta un olivar de su finca en el Fondo de la Mina que culmina con un ligero almuerzo. Todos los años montaba un “belén” con figuritas, utilerías y decoración, realizados de forma manual por él mismo, para disfrute y contemplación de nietos y amigos. Ramón había conservado, recolectado y restaurado si era necesario una amplia gama de aperos utilizados en las faenas agrícolas y otros útiles campestres con los cuales había compuesto un singular museo, pequeño y muy agradable de ver, lo que demuestra su inquietud por conservar, ya no para sí mismo, que también, sino para hacerlo extensivo a los demás. Según me comentó su tío abuelo, José Agulló García, fue alcalde de Torrellano de 1917 a 1923, y por lo visto, él también fue un entusiasta emprendedor de causas nobles.
Lo cierto es que, Ramón junto a su esposa Carmen fundaron una familia ejemplar, prueba de ello, y así me consta, son sus hijos, José Ramón, Cristina, Eloy y Teresa; se fue muy pronto, quizá sea una frase retorica, pero en este caso, está llena de contenido, Ramón era ese tipo de personas, que siempre tienes la sensación, de que te quedó una conversación pendiente.
Sirva esta publicación como homenaje a un buen hombre que trabajó toda su vida para su familia y el prójimo.
Hoy día 28 de junio de 2023 damos por finalizada esta publicación con un sentimiento agridulce, por un lado nos hubiera encantado compartirla con Ramón, por otro estamos encantados de que su familia haya confiado en nosotros para, sin conocernos en un principio, otorgarnos esta confianza y dejar bucear un poco en su historia familiar y sobretodo de su padre para así poder dejar para la posteridad este vídeo y artículo sobre un gran hombre.
Fuentes y agradecimientos:
- Familia Agulló Poveda, especialmente a Carmen, Ramón hijo y como no al propio Ramón «Ricardo»
- Alberto Conrado Esteve, Kikero. http://elkikero.blogspot.com/
- Sergio de Rutas y Vericuetos. https://rutasyvericuetos.blogspot.com/
- Tesis Doctoral de Gregorio Alemañ, El Palmeral Histórico de Elche y su Acequia Mayor. http://hdl.handle.net/10045/59870
- Estación Depuradora de Aguas Residuales
- Agua de lluvia que discurre superficialmente por ramblas y vertientes aprovechando el desnivel.
- El ejemplar de nuestra publicación es totalmente simétrico por lo que dividía el agua en dos partes iguales.
- Piedras labradas que forman parte de un partidos de acequia fijo, formado por la solera y las brencas.
- Personas que a lomos de bestias transportaban alimentos u objetos, en ocasiones alejados de caminos principales. En esta zona normalmente mulos, llevaban higos, cebada, maíz, etcétera.
- Álabe de carro. Antiguas esteras de esparto para evitar que el contenido del carro se cayese.
- Casa de campo ilicitana de la antigua burguesía, construida entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX. Edificio con una mínima protección, nivel ambiental.
Patrimonio, naturaleza, rutas.